¡Wow! ¿Es real? ¡Es muy grande! ¿Esta viva? Son las primeras palabras que dicen los alumnos de diferentes institutos que visitan a Pricila, una serpiente pitón de 5.7 metros de largo que vive en el Museo Nacional de Historia Natural, zona 13.
“Para que se hagan una idea, su largo equivale a tres camas King juntas” afirma Lester Meléndez encargado de colecciones del museo y también de cuidar y alimentar a esta enorme Pitón Reticulada que vive en ese lugar desde hace 23 años.
Aunque su nombre es Pricila, la pitón es un macho que fue donado al museo en 1993 cuando ya tenia 3 años de edad y ha sido allí donde ha crecido hasta alcanzar su tamaño actual. Debido a su gran longitud, el pitón no ha sido pesado en los últimos 7 años pero se cree que esta podría pesar entre las 150 o 200 libras.
Aunque tiempo después de su llegada al museo se descubrió que es un macho, se le sigue diciendo de cariño Pricila.
Esta enorme serpiente macho es alimentada con conejos aproximadamente 1 vez a la semana. Al igual que la mayoría de reptiles, cambia su piel cada 3 meses con el fin de seguir creciendo. Debido a su gran tamaño no puede mudar piel completa sino que por partes.
- La Pitón Reticulada es la serpiente con los ejemplares que alcanzan más longitud, pudiendo sobrepasar algunos los 10 metros pero en cautiverio no cualquiera superan los cinco metros.
- El Libro de Records Guiness, tiene como a la mayor serpiente descubierta a una pitón reticulada capturada en Indonesia. Medía más de diez metros de largo cuando fue encontrada en 1912 en la isla Sulawesi.
- No es venenosa y su forma de cazar es a través de la asfixia. A diferencia de la anaconda, la pitón es muy ágil y rápida, y puede trepar a los árboles para cazar presas como monos. A pesar de no ser tan robusta como la anaconda, la pitón puede llegar a considerar humanos adultos como presa.
