Un hombre que fue liberado antes de tiempo de la cárcel, mató luego a tres personas, una de ellas era su vecina, a quien le sacó el corazón para cocinarlo y comerlo.
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En Oklahoma, Estados Unidos, Lawrence Paul Anderson, de 42 años, salió de prisión gracias a una ley de liberación acelerada.
Su pena de 20 años por un caso de tráfico de drogas, se redujo a nueve años, de los cuales solo cumplió tres por recomendación de la Junta de Indultos y Libertad Condicional.
Al salir en libertad fue condenado por tres cargos de homicidio en primer grado y dos delitos de asalto y agresión con un arma. También fue acusado de mutilación, por asesinar a tres personas, entre ellos, a una vecina, a quien presuntamente le sacó el corazón para cocinarlo y darlo de comer a su familia.
La confesión
Anderson confesó, el 12 de febrero, que entró a la casa de su vecina Andrea Lynn Blankenship, de 41 años. Ahí la mató y le sacó el corazón, luego lo llevó a casa de sus tíos e intentó que lo comieran para “liberar a sus demonios”, según la Oficina de Investigaciones del Estado de Oklahoma.
Después, asesinó a su tío, Leon Pye, de 67 años, apuñaló en los ojos a su tía Delsie Pye y mató a la nieta de cuatro años de la pareja, llamada Kaeos Yates.
El hombre fue arrestado de nuevo.
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