Hace un año, la cantante Miley Cyrus protagonizó uno de los momentos más polémicos en la historia de los VMAs con un explícito Twerking junto a Robin Thicke. Este año la ex chica Disney sorprendió con un noble gesto en los MTV Video Music Awards presentados la noche del domingo 24 de agosto.
Cyrus fue la ganadora de Mejor Video del Año con Wrecking Ball, pero la cantante decidió dejar su oportunidad en el micrófono a un joven que la acompañaba, el cual se identificó como Jesse, de 22 años y quien dijo ser un indigente. El joven es originario de Salem, Oregon y se trasladó a Los Ángeles persiguiendo su sueño de ser modelo.

Jesse contó que formaba parte de una asociación de jóvenes sin techo y llamó a la conciencia diciendo que "en la industria de la música se gana mucho dinero, millones de dólares, mientras en las calles hay gente sin hogar que no tiene qué comer". "Es su elección y él siempre será bienvenido a su hogar", agregó.
Su madre, Linda Helt, dijo a varios medios de habla inglesa que "Jesse ha tenido sus altos y bajos como cualquier persona y que no ha querido regresar a casa con su mami pero solo él conoce el motivo".
De esta forma, pidió a la gente que ingrese a las redes sociales de Miley Cyrus para apoyar la campaña #MyFriendsPlace, en la que donando 5 dólares podrían entrar al sorteo de un viaje a Brasil con Miley Cyrus.





