El maquillaje es un gran aliado para resaltar los rasgos de tu rostro o cubrir algunas imperfecciones que tu piel; pero si no lo usas bien puede provocarte daños severos.
Prestar tu maquillaje o no tener tus accesorios de belleza limpios podría traer graves consecuencias a tu rostro.
Si no tienes cuidado tus accesorios para maquillarte pueden contaminarse rápidamente con bacterias, virus y hongos por tres cosas:
1. Por falta de higiene en los aplicadores
2. Por usar agua para reactivarlos.
3. Por prestarlos a otras personas.
Los lápices de labios pueden contaminarse de persona a persona de bacterias como estreptococos, estafilococos y E. Coli, incluso herpes labial.
A través de las sombras de ojos puedes contagiarte de conjuntivitis u hongos que causan caída de las pestañas. Las brochas y aplicadores son las principales fuentes de contagio.
Maquillaje viejo
El tiempo también es enemigo de las pinturas, pues el calor o la humedad hacen estragos en el producto. Es mejor que te des cuenta de la fecha de caducidad del producto y no conservar muchos años los envases, aunque su color o composición no hayan cambiado.
Si notas un olor o una textura extraña es mejor que compres nuevos.
Aunque no lo creas los instrumentos que usas para maquillarte también requieren mantenimiento. Para conservarloss debes lavarlas con jabón y agua tibia.
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Además, puedes desinfectar las brochas con agua oxigenada o algún tipo de solución preparada para desinfectarlas y evitarte malos ratos.
Es mejor que te apliques los labiales con aplicadores desechables como hisopos o bolitas de algodón.
Evita el uso de maquillaje de exhibición de las tiendas departamentales y recuerda que el maquillaje es algo muy personal; evita prestarlo y pedir prestado.
*Con información de Univisión.






