Ser malo parece que no es una cuestión de aprendizaje, más bien se trae en las venas. De acuerdo con un estudio efectuado por el Instituto Karolinska de Suecia en Finlandia, se ha demostrado que los portadores de dos genes específicos tienden a tener más posibilidades de cometer un crimen.
La investigación publicada en la revista “Molecular Pyschiatry”, compararon los genes de delincuentes no violentos con los de 78 personas culpables de mil 154 crímenes graves.
La conclusión del estudio revela que el genotipo descubierto está asociado con entre el 4 y 10 por ciento de los crímenes cometidos en Finlandia.
Los expertos afirman que la mayoría de crímenes, como el homicidio y todo tipo de violencia, normalmente están vinculados con un pequeño grupo de reincidentes incapaces de rehabilitarse.
Sin embargo, no es probable que el retrato genético se utilice para investigar a sospechosos, puesto que el crimen violento es raro en proporción a la población en general.
El profesor Jan Schnupp, de la Universidad de Oxford, opina que los factores ambientales tienen más influencia sobre la posibilidad de que un individuo se incline hacia la conducta agresiva. “Cualquiera puede ser portador de estos genes sin que ello implique un comportamiento criminal”, refiere.