Padres deben estar atentos a los síntomas de tosferina y evitar la automedicación; pediatras recomiendan cumplir con el esquema de vacunación.
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La tosferina, también conocida como tos convulsiva, continúa siendo una de las enfermedades respiratorias que más preocupa en el ámbito pediátrico, debido a que los niños pequeños son los más vulnerables a sus complicaciones.
La doctora Linda Villatoro, pediatra del Hospital Rodolfo Robles, en Quetzaltenango, explicó que esta enfermedad es altamente contagiosa y que en sus primeras fases puede confundirse con un resfriado común.

"Lo importante es que los padres sepan identificar los síntomas y no recurran a la automedicación, sino que busquen atención en los servicios de salud", indicó.
De acuerdo con la especialista, la tosferina suele iniciar con fiebre leve y síntomas parecidos a los de un resfriado, pero con el paso de los días progresa a episodios de tos persistente en accesos que dificultan la respiración, acompañados de silbidos o sonidos agudos al inhalar, vómitos tras toser, cansancio extremo y dificultad para dormir.
En el caso de los bebés, la situación es más delicada, pues la enfermedad puede provocar incluso pausas en la respiración.

Villatoro subrayó que la mejor manera de proteger a los niños es mediante la vacunación, disponible de forma gratuita en todos los centros de salud del país.
"La vacuna contra la tosferina está incluida en el esquema de inmunización y salva vidas. Los padres deben asegurarse de que sus hijos tengan sus dosis completas y acudir a los controles de crecimiento y desarrollo", afirmó.
Asimismo, recalcó que no se debe recurrir a la automedicación ni a remedios caseros no comprobados. "Los servicios de salud están preparados para diagnosticar y tratar adecuadamente esta enfermedad; no hay que poner en riesgo a los niños", puntualizó.

Recomendaciones
- Cumplir con el esquema de vacunación en los niños.
- Evitar el contacto cercano con personas que presenten tos persistente o síntomas respiratorios.
- Acudir al médico de inmediato ante la aparición de tos prolongada en los niños.
- No automedicarse ni administrar antibióticos sin prescripción médica.
- Mantener hábitos de higiene como el lavado de manos y la ventilación de los espacios.




