Entre las montañas de Raxruhá y Fray Bartolomé de las Casas se esconde un destino que invita a la tranquilidad: el ecocentro Yaliha, cuyo nombre proviene del q'eqchi': "Yal" (probar) y "Ha" (agua).
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Rodeado de naturaleza, este espacio combina turismo sostenible con respeto ambiental, convirtiéndose en un refugio buscado por quienes desean relajarse entre nacimientos de agua cristalina y abundante vida silvestre.

Uno de sus mayores encantos son las pozas naturales y un río de aguas claras, hábitat de peces, tucanetas y otras aves tropicales.
También destaca el tubing, una experiencia que permite flotar río abajo en neumáticos inflables, rodeado de vegetación y serenidad: aventura y paz en un solo recorrido.

A ello se suman senderos ecológicos, espacios para convivencias, zonas de camping bajo las estrellas y cabañas cómodas para cuatro o cinco personas, disponibles desde Q1,000.
El lugar cuenta con quioscos, parqueo, energía solar, internet y opciones gastronómicas, todo pensado para ofrecer una estancia auténtica, tranquila e inolvidable.




