Los pobladores de Sayaxché y comunidades vecinas viven en la incertidumbre, pues no saben cómo subsistirán en el futuro ni si la contaminación del río La Pasión les permitirá volver a vivir de él.
Desolación en el pueblo de Sayaxché
Los pobladores están impactados por lo sucedido en el río La Pasión y esperan que las autoridades asuman la responsabilidad de brindar el apoyo para que la tragedia no se extienda a sus familias. (Foto: Wilder López/Soy502)
Vista aérea del municipio de Sayaxché, que se enfrenta al peor desastre ambiental que se recuerda, luego de que el río La Pasión fuera contaminado por un químico que arrasó con las especies. (Foto: Wilder López/Soy502)
A los pobladores de comunidades cercanas se les ha advertido de no consumir peces del río, ni venderlos por riesgo de envenenamiento. (Foto: Wilder López/Soy502)
Uno de los comunitarios lleva en sus manos un pez muerto para mostrarlo en su comunidad y hacerles ver de primera mano lo que está pasando en el río La Pasión. (Foto: Wilder López/Soy502)
Conred cuenta con una unidad de apoyo y monitoreo en el área, conocida como el Centro Avanzado de Comando, Control, Comunicación y Coordinación. (Foto: Wilder López/Soy502)
Líderes comunitarios, como Walter Sij y Mauricio Coy, viajan en lancha río abajo para constatar los efectos de la contaminación. (Foto: Wilder López/Soy502)
A pesar de las prohibiciones, algunas personas siguen utilizando el agua del río La Pasión. (Foto: Wilder López/Soy502)




