El salar de Uyuni, al suroeste de Bolivia, estuvo un día bajo el mar en lo que hoy es una de las mayores cordilleras del mundo. Una meseta extensa, inhóspita, barrida por vientos y soledades, encajada en el corazón de los Andes, que se extiende a lo largo de casi 12.000 kilómetros cuadrados. La misma que el astronauta Neil Amstrong aseguró ver desde la luna. (Fotos y Textos: Javier Arcenillas)
Uyuni uno de los salares más grandes del mundo
Muchas personas utilizan el recurso natural para ayudar a sus familias en Uyuni, Bolivia. (Foto: Javier Arcenillas)
Además de su majestuosidad geográfica, el salar de Uyuni en Bolivia, es una de las zonas más codiciadas del planeta para proveer de materia prima a las nuevas tecnologías. Las multinacionales se frotan las manos ante la inmensa cantidad de litio que alberga: 140 millones de toneladas, la mitad de las reservas mundiales. (Foto: Javier Arcenillas)
Fundada a finales del Siglo XIX al calor de la explotación del estaño y la plata, el salar Uyuni es conocido hoy por ser el centro de una nueva esperanza de riqueza y bienestar para los bolivianos. Durante siglos, su sal ha proporcionado sustento a las comunidades originarias, Quechuas y Aymaras, asentadas en los alrededores. (Foto: Javier Arcenillas)
Cientos de personas se mostraron esperanzadas cuando el presidente Evo Morales anunció a principios de año un ambicioso plan de inversiones para desarrollar la explotación de litio. "Se acabó la exportación de litio, queremos un Toyota hecho en Bolivia", afirmó Morales. (Foto: Javier Arcenillas)
El salar de Uyuni, forma junto a los salares de Atacama en Chile y Hombre Muerto en Argentina, lo que internacionalmente se conoce como “El Triángulo del Litio”. (Foto: Javier Arcenillas)
La gruesa corteza salina oculta una sucesión de extractos de lodo y una sal rica en elementos químicos, en los que se centra la expectativa de una nueva economía rica para Bolivia. "El salar de Uyuni podría convertirse en 10 a 20 años en el centro energético del planeta", afirma Juan Carlos Zuleta, analista de la economía del litio. (Foto: Javier Arcenillas)
Bolivia encarna la contradicción entre una gran riqueza en recursos naturales y una población empobrecida. Hoy sigue siendo unos de los países de América Latina más pobres. La nueva riqueza de sus salares la enfrenta a un reto: aprovechar una oportunidad única y que sus beneficios reinviertan en su población. (Foto: Javier Arcenillas)




