Este operativo tenía como objetivo debilitar al Comando Vermelho, el principal grupo criminal de Río que opera en las favelas.
OTRAS NOTICIAS: Alerta de violencia: 19 cuerpos abandonados en 21 días
Vecinos de una favela del norte de Río de Janeiro recuperaron decenas de cuerpos este miércoles, 24 horas después de la megaoperación policial más mortal de Brasil.
Se registraron 119 fallecidos, entre ellos 115 sospechosos y 4 elementos policiales. Ante ello, el gobernador Cláudio Castro, expresó su postura, defendiendo que las únicas víctimas fueron los cuatro policías muertos.
Declaraciones de las autoridades
Las autoridades anunciaron un último balance de esta operación contra el narcotráfico que dejó escenas de guerra en Río. Asimismo, indicaron que promueven la mano dura contra el "narcoterrorismo", mientras organizaciones como la ONU criticaron duramente la actuación policial.
Los cadáveres hallados por los vecinos fueron dispuestos cerca de una de las principales vías del Complejo da Penha, una de las zonas donde tuvo lugar la operación.
El silencio del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ante lo sucedido causó revuelo entre los brasileños. El mandatario encabezó este miércoles un acto oficial en Brasilia en el que participó en un minuto de silencio por los muertos, aunque evitó tomar la palabra.
Según declaraciones del ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski. El funcionario quedó "horrorizado" con la cantidad de muertos que se registraron.

Declaraciones sobre los disturbios
El martes 28 que se llevó a cabo el operativo, hubo tiroteos, incendios y enfrentamientos entre las fuerzas del orden y presuntos criminales, que usaron autobuses como barricadas y drones para lanzar "bombas".
Por aparte, El gobernador Castro negó que la policía hubiera podido matar a inocentes en el transcurso de la operación.
"El conflicto fue en el bosque. No creo que hubiera nadie paseando por el bosque durante un día de conflicto: por eso se puede clasificar tranquilamente" de "criminales" a los fallecidos", dijo el gobernador.
Asimismo, familiares y vecinos de los fallecidos mencionaron sentirse vulnerables y consternados por la situación.
"Hay personas ejecutadas, muchas de ellas con un tiro en la nuca, un tiro por la espalda, esto no puede ser considerado seguridad pública", dijo el vecino y activista Raull Santiago, de 36 años.
Por su parte, el juez de la corte suprema de Brasil Alexandre de Moraes pidió explicaciones sobre la actuación policial al gobernador y lo convocó a una audiencia el próximo lunes.
Repercusiones en Brasil
Los Organismos internacionales y organizaciones civiles cómo Amnistía Internacional condenaron la operación.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, expresó sentirse "muy preocupado" y pidió una "investigación inmediata" sobre la actuación policial.
Este operatico es considerado como el más letal contra el crimen en la historia de Brasil, el último fue la masacre de Carandirú ocurrida el 2 de octubre de 1992.
Por aparte, el caos de esta operación dejó a las escuelas con clases suspendidas, al transporte público colapsado y muchos de habitantes atrapados sin poder regresar a sus casas.




