Alejandra Portillo reveló a Soy502 cómo inició en la televisión, además de compartir cómo conoció a Kevin Cordón y su emocionante pedida de mano en París.
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La conductora guatemalteca, famosa por integrar los programas "Soñando en familia" y "Viva la mañana", se encuentra en el mejor momento de su carrera, además de haber robado el corazón del atleta olímpico conocido de cariño como el "Zurdo de oro".
¿Cómo nació su amor?
"Kevin es muy discreto y casi no habla de su vida personal. Conmigo aprendió a soltarse un poquito más, pues soy un más abierta en ese sentido. Voy a contar nuestra historia", inició.
"Ocurrió en Instagram. El muchacho zacapaneco me escribió, pero lo que no me explico es ¡cómo es que hay cosas que uno no ve! Yo no había visto que él me enviaba mensajes y el chico ya tenía ratos de estar escribiendo y reaccionando a mis historias. No sé en qué mundo vivo, te lo juro. El año pasado volvió a reaccionar a una historia mía, entonces ingresé al chat y dije '¡no puede ser! Kevin me ha escrito hace rato y yo no me he dado cuenta'. Yo lo admiraba y respetaba, pues es un orgullo para Guatemala y como persona. Siempre le tuve admiración, pero nunca he sido fanática del deporte; sin embargo, me gusta apoyar a los guatemaltecos, así que le respondí, un poco por pena y por asombro".
"Reaccionaba a mis post enviándome emoticones con corazones en los ojos o me escribía 'hola, qué tal'. Ese día le di 'me gusta' a una reacción que él tuvo conmigo y le puse 'feliz día, Kevin' por educación y por amabilidad. Ahora que lo hablamos él me dice 'ese fue el peor mensaje que me pudo haber mandado, porque no sabía si usted contestó por compromiso, porque quería hablarme o solo porque copió y pegó una respuesta', me dijo".
"Él me escribió 'qué tal, cómo está'. Noté como que quería iniciar una conversación conmigo y yo le puse: 'bien, gracias, ¿y tú?' y ahí inició la conversación, justamente en esa época él estaba entrenando en España y me dijo 'estoy aquí preparándome para un torneo, pero la otra semana regreso a Guate, ¿le gustaría ir por un café?' y yo así como 'va, está bueno'. Hablamos la otra semana, eso fue tipo miércoles y él regresaba el lunes y me dijo que nos viéramos el martes".
La primera invitación a salir
"En ese momento no pensé nada, pues a veces uno queda con alguien y nunca sale, es muy guatemalteco de nosotros decir: 'juntémonos la otra semana o veámonos' y que no se lleve a cabo".
Portillo aclaró si había sentido algo más de parte de Cordón: "Sí noté que le gustaba por la insistencia de hablarme y luego invitarme a salir. Llegó la siguiente semana, entonces me dije '¿será que sí vamos a vernos con Kevin?' y en efecto, ese martes me escribió 'estamos para hoy ¿verdad?', y yo 'sí estamos para hoy, fijo', así que fuimos a tomar ese café y, cuando lo conocí en persona, me dije: 'este hombre tiene algo que me gusta'".
"Estaba nerviosa, pero él dice que me vio muy seria y calmada, creo que así es como demuestro mis nervios. Él hablaba y se reía, tiende a ser así, los zacapanecos cuentan chistes y hablan bastante. Sacó su esencia, pero sí se miraba nervioso, se le notaba mucho y según yo no se me notaba, pero también estaba nerviosa. Al conversar con él, decía 'este chico tiene algo, su corazón es tan puro, tan espontáneo, tan zacapaneco que me cautivó. Sentí emoción y algo muy bonito hacia él, ¡este chavo me gusta!".
"Nos tomamos el cafecito. Ese día llovió y ni siquiera nos dimos cuenta de lo emocionados que estábamos platicando; fue en la tarde. Luego nos agarró la noche, nos despedimos, seguimos whatsappeando y me dijo 'qué alegre conocerla, de repente esta semana vamos a almorzar' y así fue. A partir de ese café nunca más dejamos de salir, de ir a comer, al cine y luego lo invité a mi casa y lo conoció mi familia y surgió la relación como tal".
Así inició el noviazgo
"Recuerdo que fue un domingo y fuimos a comer. Antes de salir, él me dio un recuerdito que me había traído de Japón; venía en una cajita, era un collar muy bonito. Él me cuenta que nunca había sido detallista en su vida, pero conmigo sí lo es. Me gusta, porque es una persona que no hace nada que no quiera hacer, así que todo es genuino y se esmera, así que valoro mucho lo que hace por mí. Ese día estábamos en su carro y me fue a dejar a mi casa y me dijo 'le traje esta sorpresa' y me dio la cajita, la abrí y me puse el collar y me dijo 'adentro hay otra sorpresa' y cuando abro la cajita, que era como una gavetita, al fondo le había escrito '¿quiere ser mi novia?'. Lo volteé a ver y me preguntó '¿quiere ser mi novia?'. Me quedé impresionada, porque llevábamos pocos meses de salir y no me lo esperaba. Ahí fue donde empezó a surgir el amor".
"Kevin es detallista, noble, es como un niño, tiene un alma pura, sigue siendo un soñador desde hace 37 años casi, porque este 28 de noviembre cumple años. Sigue siendo ese niño que soñaba con jugar bádminton, que soñaba con representar a Guatemala. Es un hombre muy responsable, disciplinado. Me sorprende y me dice 'yo no soy cariñoso', pero si estuviera ahora a la par mía, me estaría dando besos, abrazos, me agarraría de la mano. Es muy cariñoso y ahora yo también soy igual de cariñosa. Quiere mucho a su familia y pone ante todo a sus papás y a su hermano. Es un hombre muy familiar, sincero, fuerte y sensible por todo lo que le ha tocado en su carrera deportiva, que no ha sido fácil".
Cómo se dio a conocer su relación
"Fue durante la presentación de su película. Antes Kevin no era de fotos, yo sí, pero entendí rápidamente esa parte, que él lo quisiera mantener más discreto, en parte me gustó. Cuando fue el estreno de su película ya éramos novios, llevábamos como 3 meses. Durante las grabaciones lo había acompañado a hacer unas tomas, ese fue el momento donde ya se hizo pública la relación".
La pedida de mano
"Kevin siempre me dijo 'quiero que me mire jugar en un torneo en el extranjero y se acercaba el 'Mundial de Bádminton'. Lo acompañé y, como fue en Europa, me dijo que podíamos aprovechar para ir a pasear y conocer otros lugares. Yo no conocía Europa, entonces él me dijo '¿qué país le gustaría conocer?' y le dije que Italia, y agregó 'podemos aprovechar e ir a París', así que fuimos al torneo en Dinamarca. Estuvo en el proceso, terminó su torneo y tomó sus vacaciones. Nos fuimos a Italia y en algún momento confieso que sí dije '¿será que Kevin me va a preguntar en este viaje que si me quiero casar con él?'; tenía la ilusión pues era una buena oportunidad para hacerlo y como me preguntó si quería conocer dije 'ahí me va a preguntar', pero pasó el tiempo y no ocurrió nada. Cambié mi mentalidad y dije 'me voy a disfrutar este viaje' y me olvidé por completo de esto".
"Me enfoqué en disfrutar, en conocer, en tomarnos fotos y pasarla bien, cambié mi chip. Luego fuimos a París, me encantó, es un lugar súper lindo, con personas de todo el mundo, en las calles todo era muy romántico. Pasaron los días y Kevin dejó la última noche y el último momento para hacerme la pregunta".
"Ya habíamos ido a la Torre Eiffel en el día y me dijo 'vamos en la noche para tomar fotos con la torre iluminada'. Hicimos tiempo, fuimos a comer, nos tomamos un café y se puso más fría la noche, así que nos fuimos a abrigar y estuvimos platicando, tomando las fotos, luego hablamos del viaje, de que estaba feliz, que había sido una experiencia muy bonita, pues era el primer viaje que hacía no por el deporte; que la había pasado súper bien, pero que hacía falta lo principal, que era decirme que quería seguir el resto de su vida conmigo y por ello me haría la pregunta más importante, si me quería casar con él. Llevaba el anillo en la bolsa del pantalón, sacó el anillo y obviamente se salieron mis lágrimas de alegría y amor, así fue como me hizo la pregunta, en el último momento, en la última noche en París".
Me puse ansiosa. Se me salían las lágrimas de alegría, de amor, de agradecimiento con la vida. Creo que es un momento muy especial que todas las mujeres enamoradas esperamos y con un hombre tan increíble como Kevin. Aún me emociono, incluso cuando sus papás fueron a pedir mi mano hace unos meses a mi casa, hablábamos de eso y se me volvieron a salir las lágrimas con mi papá, mi mamá y con mis suegros".
Cuando estábamos allá, él le envió unas fotos a sus papás y a su hermano, yo quise esperar hasta regresar a Guate. Él les mandó las fotos en el momento y su mamá contestó rápido y feliz, el hermano feliz. La familia de él me quiere mucho y yo los adoro, para ellos fue una buena noticia, de mucha alegría para la familia".
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