Seguramente has escuchado muchas historias sobre los hisopos, sobre si es bueno o malo utilizarlos. En Soy502 te aclaramos algunas dudas sobre ellos:
Es importante saber que los oídos tienen su propio proceso automático de limpieza. El cerumen juega un papel importante en la limpieza y lubricación y ofrece protección contra algunas bacterias, hongos e insectos; sin embargo, su exceso puede ser perjudicial.
Lo más recomendable es efectuar una limpieza delicada de la zona externa del aparato auditivo. Para ello, puede utilizarse una toalla o paño húmedo, agua tibia y jabón.
Los hisopos no son del todo malos, pueden utilizarse en el oído, solo para limpiar los conductos externos y nunca introducirse más de lo recomendado, pues de lo contrario podría provocar daños u otitis.
Si el hisopo se introduce de forma profunda puede producir traumatismos y laceraciones. Además el mal uso de los hisopos puede empujar la cera alojada en la parte exterior del oído hacia el interior, provocando obstrucciones.





