El bebé que, con apenas seis meses de gestación sobrevivió un ataque armado que acabó con la vida de su madre el pasado 21 de enero en la zona 12 de Villa Nueva, ya respira por sí solo y superó la etapa de alto riesgo dos.
El infante, cuya vida fue salvada por el personal médico que practicó una césarea “post mortem”, permanece en el Intensivo del Hospital Roosevelt, a la espera de que se desocupe un espacio en el área de “bebés canguro”, donde recibirá cuidados que le permitan incrementar su peso.
De acuerdo a información proporcionada por personal del nosocomio, aún se le suministran antibióticos al neonato, que ya tolera la leche de fórmula para alimentarse.
Abuelos lo reclaman
Los abuelos del infante, tanto maternos como paternos, acudieron la semana pasada al hospital con el fin de ver al recién nacido; sin embargo, se les explicó que, según los requerimientos de la Procuraduría General de la Nación (PGN), institución que ha asumido el cuidado del sobreviviente, deberán confirmar primero su grado consanguinidad.
Cuando el bebé haya ganado el peso requerido para poder abandonar el centro asistencial, el caso pasará a las manos de la PGN, que deberá determinar a quién se otorga la custodia.





