Con más de 80 años de historia, los Cardona elaboran chorizos y butifarras que representan la esencia del fiambre guatemalteco.
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Entre los aromas, el colorido y la calidez de las celebraciones de Todos los Santos, la familia Cardona vive su temporada más esperada del año. Durante octubre y noviembre, su cocina se convierte en el corazón de una tradición que une a generaciones a través del sabor; la elaboración de chorizos negros y butifarras, ingredientes esenciales del tradicional fiambre guatemalteco.
"Cuando llega octubre y noviembre, nuestra cocina se llena de vida. Es la época más especial, porque el chorizo negro y la butifarra no pueden faltar en el fiambre. Cada cliente viene buscando ese sabor de antes", comenta con orgullo Astrid Cardona, heredera del legado familiar.

La historia de esta tradición se remonta a más de ocho décadas, cuando doña Francisca Cristina Fuentes de Cardona y su hija doña Ilma Lilian Fuentes iniciaron la producción artesanal de embutidos en su hogar. Con el tiempo, el conocimiento y las recetas fueron transmitidas a Astrid Yohana Cardona, su esposo Byron Hernández y sus hijas Alison, Nahomi y Ana Victoria Hernández Cardona, quienes continúan elaborando los embutidos con la misma dedicación en San Pedro Sacatepéquez.
"Gracias a lo que aprendimos de nuestras abuelas, seguimos manteniendo viva esta tradición. Nuestros clientes saben que cada embutido está hecho con calidad y con amor", expresó Astrid, actual responsable de Carnes y Embutidos Ebenezer.

Sabores que trascienden generaciones y fronteras
La tradición de Carnes y Embutidos Ebenezer ha trascendido las fronteras municipales. Sus productos no solo se comercializan en San Pedro Sacatepéquez, sino también en Malacatán, frente al Salón Santa Lucía, donde los clientes acuden año con año para adquirir los embutidos con los que preparan su fiambre familiar.

Quienes deseen disfrutar de estos sabores tradicionales pueden comunicarse al teléfono 3080-3983 o visitar el taller ubicado en la 1a. calle "A", callejón 8, zona 3 de San Pedro Sacatepéquez.

"Cada chorizo y butifarra llevan la historia de nuestra familia y de todo un pueblo que mantiene viva su cultura gastronómica", concluye doña Astrid Cardona, con la sonrisa de quien sabe que en cada producto se conserva un pedacito de historia.




