Dos casos confirmados de chinche picuda encendieron las alarmas en el municipio de Teculután, Zacapa.
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Tras la detección, la brigada de control de vectores intensificó su labor casa por casa para localizar al insecto transmisor del Trypanosoma cruzi, parásito que causa la enfermedad de Chagas, una afección potencialmente grave que puede dañar el corazón y el sistema digestivo.
Óscar Díaz, encargado de la brigada, informó que con la llegada de las lluvias estos insectos suelen salir de sus escondites, lo que aumenta el riesgo de picaduras. "Estamos recorriendo los hogares porque ya comenzaron las lluvias y es cuando más aparecen. Las personas que resultaron positivas ya están bajo tratamiento y en observación", explicó.
La chinche picuda mide entre 1.2 y 3.5 centímetros, tiene cuerpo alargado de color marrón a negro, cabeza triangular y un aparato bucal adaptado para alimentarse de sangre. Suele esconderse durante el día en grietas de viviendas de adobe, bajareque o con techos de paja, y se alimenta por las noches.

"La transmisión no ocurre por la picadura en sí, sino cuando el insecto defeca cerca del sitio picado. Si la persona se rasca, puede introducir las heces infectadas en la herida, ojos o boca", aclaró Díaz.
El trabajo de la brigada se enfoca en el monitoreo constante y la educación comunitaria para frenar la propagación del parásito. Díaz advirtió que esta enfermedad puede pasar desapercibida por años si no se detecta a tiempo.

Entre los síntomas del mal de Chagas están fiebre leve, fatiga, dolor de cabeza, malestar general, dolor muscular, hinchazón de ganglios linfáticos y, en algunos casos, erupciones cutáneas y náuseas.
"La chinche picuda no es un insecto cualquiera; es un vector peligroso que puede afectar gravemente la salud", concluyó Díaz.