La crisis ocasionada por el Covid-19 ha afectado a nivel mundial y nos ha hecho cambiar nuestro estilo de vida, realizando acciones importantes para la prevención del mismo.
En Guatemala, han sido muchas las personas afectadas que cuentan con los cuidados necesarios y el cariño de de sus familiares, pero muchas veces eso no es suficiente.

Se necesita el respaldo, la solidaridad y el amor de la otra familia, aquella donde se pasa la mayor parte del tiempo y se le entrega toda la energía, es decir, la empresa donde se labora.
La realización de esto, ha permitido que luego de varios meses desde que se dio el primer caso en Guatemala, existan muchas lecciones aprendidas a nivel personal y empresarial.
Pero sobre todo, que existan muchas historias de vida que reflejen las acciones desinteresadas que las instituciones realizan por sus colaboradores.

Bien dicen que las palabras convencen pero el ejemplo arrastra y eso es lo que demuestra Bantrab a través de algunos testimonios de vida de sus colaboradores, donde se refleja el apoyo brindado tanto a su equipo de trabajo, como a sus familiares.
Algunos colaboradores comparten el apoyo que han tenido por parte de la institución financiera a raíz de la pandemia, abriendo su corazón en cuanto a lo difícil que fue enfrentar esta enfermedad, además del miedo que vivieron y lo agradecidos que están con Bantrab.

Realización de pruebas, llamadas diarias, víveres, dotación de kits para el tratamiento de la enfermedad y aportes económicos, fueron algunos de las acciones que Bantrab realizó a sus colaboradores afectados, logrando vivir los valores que caracterizan a la institución.
Definitivamente, los tiempos de adversidad requieren más humanidad que nunca, más conciencia y unidad. Por ello, la entidad también ha realizado acciones para sus clientes.

En la página web de Bantrab, se ha creado un espacio para informar sobre el virus, actualizando los datos sobre los protocolos institucionales, guía para tratar a un paciente en casa, cómo lavar las mascarillas y mantener limpio tu vehículo, entre otros.
Con el corazón en la mano, que la institución hace latir, cada colaborador transmite una misma lección: todos merecemos un trato digno y una mano amiga.




