La regadera o ducha es un lugar que hay que mantener constantemente limpio. El problema principal es la calcificación o el sarro.
Lo principal es tener todos los implementos de limpieza de baño y ducha juntos, y no mezclarlos con los de otras áreas.
En primer lugar colócate los guantes, limpia las paredes y el suelo del cubículo de la ducha con la cara suave de una esponja de baño humedecida.
Utiliza un producto para eliminar el sarro y déjalo actuar por algunos minutos. Con un sepillo de cerdas gruesas raspa en los lugares más difíciles y elimina el producto con mucha agua. Aclara y abrillanta con producto para pisos y sécalo bien.
Los agujeros de la regadera puedes limpiarlos con un alfiler o aguja para que el sarro que queda por el agua se elimine y el agua salga con normalidad y en la dirección correcta. Recuerda que es importante limpiar el ducto por donde se va el agua y asi evitar que se tape.





