El combate a la pandemia de Covid-19 ha puesto al frente del campo de batalla a los trabajadores de la salud: desde los que atienden en primera línea como médicos, residentes, enfermeros y técnicos, hasta los encargados de limpieza, bodega y seguridad, quienes también están expuestos al nuevo coronavirus.
En muchos países, el personal sanitario ha sufrido altas tasas de contagio y varios han perdido la vida. El equipo de protección personal (EPP) que incluye mascarillas N95, gorros, caretas, lentes, batas, trajes especiales, zapatones y guantes, es crítico para reducir riesgos, pero ha escaseado hasta en los hospitales de Europa y Estados Unidos.
Soy502 habló con cuatro médicos de diferentes hospitales de ciudad de Guatemala para determinar las condiciones de los trabajadores de la salud en esta pandemia. Para proteger a las fuentes, no daremos sus nombres, pero de lo que reportaron deducimos lo siguiente:
En los hospitales consultados, hay personal priorizado que cuenta, hasta ahora, con equipo de protección. Estos recursos, que son escasos y podrían llegar a faltar, se han asignado al personal responsable de atender específicamente a los enfermos de Covid-19. En la mayoría de instituciones, el personal que no se encuentra en primera línea está desprotegido, ya que ni siquiera se le provee de mascarillas N95. Si llegaran a recibir un paciente asintomático que se encuentre infectado, se encontrarían expuestos.
En San Juan de Dios: "Las N95 las compramos nosotros"
En el Hospital General San Juan de Dios, la situación es más precaria: solo el personal asignado directamente a atender a pacientes de Covid-19 cuenta con el EPP recomendado. El resto no recibe ni siquiera mascarillas N95. “Lo único que el hospital provee es mascarilla quirúrgica, una al día, y guantes", dijo el doctor D, de ese centro asistencial. "Por el riesgo de la pandemia, los médicos de las diferentes áreas hemos comprado mascarillas N95 y visores, pero lo hemos comprado nosotros”.
“El personal que está en emergencia es el más expuesto pero tampoco tiene equipo, solo las mascarillas quirúrgicas y guantes. Si tienen más, es porque ellos lo han adquirido”, señaló.
“Al personal de enfermería y limpieza solo les dan mascarillas lavables, que no son las recomendadas, pese a que están igualmente expuestos”, prosiguió D.
“Hay un área donde mandan a las personas sospechosas de tener Covid, donde sí cuentan con el EPP completo, porque se supone que ahí estarán los positivos. Esa área se llama CAPERE y está en la consulta externa de adultos.”
“En nuestra área sólo le proporcionan equipo básico a la persona que clasifica a los pacientes en la entrada: tiene bata, mascarilla N95 y guantes. Esta es la persona que recibe a los pacientes, les toma la temperatura y los interroga. Si se sospecha que puede tener Covid-19, se pone en un cuarto aparte donde se queda hasta que se corrobora el diagnóstico y se procede a trasladar a CAPERE”, informó.
En Parque de la Industria: "Nunca nos han dicho 'no hay' "
“Los jefes han estado empujando muy fuerte para conseguir el equipo de protección personal (EPP) y hasta ahora lo han logrado", reportó el doctor J., quien trabaja en el hospital temporal para pacientes de Covid-19, ubicado en el Parque de la Industria. "El problema es que cada día tenemos más casos y el consumo de EPP se incrementa. No sé cuánto nos va a durar el inventario".
"Aquí tenemos EPP todos: médicos, enfermeras, personal de limpieza, terapistas respiratorios. Son como 150 EPP al día, más de mil a la semana y eso va a subir a medida que recibamos más casos". prosiguió el médico. "Ya tenemos un hangar lleno de pacientes y hubo que abrir un segundo a marcha forzada. Lo complicado de trabajar con prisa es que se improvisa y entonces se crean espacios de incertidumbre y se cometen errores", comentó.
Según el doctor J: "Por ahora, gracias a Dios, equipo hemos tenido. Nunca nos han dicho “no hay”. El miedo es ¿hasta cuándo va a durar? Sabemos que hay procesos trabados en Guatecompras porque hay una escasez mundial de EPP. Es como vivir al día. Necesitamos gorros, batas, lentes reusables o desechables, mascarillas N95, zapatones. Somos un equipo grande y lo vamos a necesitar".
En el Roosevelt: "Estamos bastante bien, nos preparamos"
Según un médico de este hospital nacional, la previsión hizo que en esta oportunidad el personal no se encuentre sin insumos de protección. "Estamos bastante bien, tanto de mascarillas quirúrgicas como N95 y trajes de EPP", dijo el doctor N. "Algunas cosas como caretas o lentes gogles nos hemos movido personalmente para conseguirlos y hay empresas que nos han donado bastante".
La preocupación del médico, al igual que varios de sus colegas, es que los hospitales no sucumban ante un repentino pico de contagios, que agoten la capacidad de la institución. "Nos preparamos y hay recursos, pero todo tiene un límite", indicó.
El personal de enfermería del Roosevelt sí ha recibido equipo de protección; el de mantenimiento, solamente los que hacen limpieza terminal en áreas específicas con mayor riesgo infeccioso.
En el HGEC del IGSS: "No me puedo quejar"
El doctor V, siempre crítico de las deficiencias del seguro social, donde ha trabajado toda su vida, ahora no se queja. “Los que están en la primera línea de atención tienen todo el equipo necesario. Hasta ahora, en ese sentido, no hay problema, veremos cuánto tarda. Los de primera línea son los que tienen contacto directo con los enfermos, ellos deciden quién podría estar contagiado y hacen las pruebas. Ellos ven a los que llegan con tos y son los que tendrían que manejar a los positivos".
“Luego se priorizó a los de segunda línea en cirugía: nos dieron un número de kits de EPP para cubrir las emergencias. El jefe de cirugía priorizó los equipos de anestesia, otorrino y los residentes de la emergencia. Los consultantes sí han tenido que comprar N95 y caretas, pero están bien. Es la primera vez que no me puedo quejar. Ojalá sigamos así y no haya tantos casos como previsto.”
“El personal de servicios varios también está protegido, porque son ellos quienes limpian todo. Las enfermeras igual que los médicos. Tienen gorro, mascarilla de hule con filtros intercambiables y encima se colocan la mascarilla quirúrgica, lentes gogles, careta y el traje con zapatones”.
“Ya estamos organizados para cubrir por turnos y cada quien tiene una función en esos turnos. Si la cosa se pone seria, vamos a trabajar bajo la dirección de los residentes de intensivo e infectología”, contó el galeno.
