La mujer vestida de blanco es una de las leyendas más escalofriantes de Guatemala, con apariciones que atemorizan a conductores.
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Muchas historias y leyendas existen en la tradición oral guatemalteca; como es de esperarse, unas más siniestras que otras.
"En las carreteras desoladas, como la usada anteriormente hacia Escuintla, la cuesta de Las Cañas o la de Villa Lobos, e incluso en la vuelta al Chilero, existe una capaz de poner la carne de gallina a los conductores", comentó Óscar Cano, director de la compañía El Duende del Ático, en una presentación.

Por allí, dicen, que de pronto los pilotos pueden ver en la vía a una mujer vestida de blanco que pide que le den jalón. Como es de esperarse, los automovilistas pasan sin prestarle atención, pero metros más adelante su adrenalina se eleva al máximo, porque, de alguna forma, llegan a observarla dentro de los vehículos.
"Esto provoca un susto y, más que eso, la desconcentración del camino. El resultado es inevitable, porque los pilotos se van directo a un barranco o causan accidentes viales", agregó Cano.
Algunos sobrevivientes de estos encuentros han confirmado este hecho tenebroso y atribuyen la responsabilidad a la mujer vestida de blanco.

Desde su origen
Aunque el color blanco simboliza la pureza, la limpieza, la perfección, la inocencia y un nuevo comienzo, en otros casos también se relaciona con apariciones espectrales de mujeres. Estas, a su vez, se asocian a tragedias, tradición o dolor profundo.
Las versiones varían: desde el fantasma de una mujer que llora en un cementerio hasta una aparición en carreteras pidiendo aventón que provoca accidentes. El elemento común es el vestido blanco, que simboliza la inocencia perdida y la tragedia que la mantiene vagando eternamente.
Es una leyenda popular recurrente en diversas culturas y países. En España, de donde posiblemente haya llegado como tradición oral a Latinoamérica, se refiere a una aparición espectral.

Elena se casó con un capitán del ejército llamado Zapata allá por el siglo XVI. Poco después de casarse, él tuvo que ir a la guerra en Flandes contra las tropas francesas, donde participó en la batalla de San Quintín. Dicen que ella comenzó a descuidarse hasta morir de pena por el acontecimiento.
Según la leyenda, murió asesinada por sospechas de ser amante del rey Felipe II y de haber engendrado una hija, de la cual no se sabe nada y se cree que fue criada como huérfana. Se dice que se pasea por los tejados de la Casa de las Siete Chimeneas, en la Plaza del Rey, barrio de Chueca, Madrid, España, algunas noches, con una antorcha en la mano.
En México se dice que, en la carretera que une Santa María Tequepexpan y San Sebastián El Grande, aparece una mujer vestida de blanco que pide un aventón. Si se le niega, puede aparecer dentro del vehículo con un aspecto tétrico; esto provoca que los conductores pierdan el control del auto y sufran accidentes.

Otra versión mexicana, originaria de Sinaloa, cuenta la historia de una joven que, en un baile, tras conectar con un caballero, le pide que la lleve a su casa. Al día siguiente, el joven descubre que ella murió años atrás y encuentra la chamarra que le prestó colgada en su tumba del cementerio.
Una versión parecida es la de Luz María García Velloso, una joven de Buenos Aires, Argentina, quien murió de leucemia. Se dice que un joven la encontró llorando en la calle del cementerio, se enamoró de ella y compartieron un momento íntimo.
Pero ella salió huyendo, gritando "ya es tarde". Él la siguió hasta el cementerio, donde descubrió su tumba. Además, en la escultura del lugar apareció una mancha que coincidía con la del saco que él le había prestado.





