Motines y fugas exponen la fragilidad del sistema penitenciario. Sin embargo, las autoridades afirman avances significativos cómo la baja de homicidios.
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El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, calificó como una falla grave del sistema penitenciario la fuga de 20 reos del Centro de Detención Fraijanes II.
De los cuales, uno fue recapturado en Santa Rosa, la madrugada del lunes 13 de octubre.
Remociones en el Sistema Penitenciario
Tras el incidente, Jiménez anunció la destitución del director del Sistema Penitenciario (SP) y de los directores y subdirectores de Fraijanes II, Mariscal Zavala, Puerto Barrios y Renovación I.
Además, explicó que las medidas buscan un cambio de enfoque en la gestión carcelaria y advirtió que todo funcionario involucrado, por acción u omisión, será denunciado penalmente.

"He ordenado que se apliquen pruebas de polígrafo a todos los directores de los centros penitenciarios del país", afirmó Jiménez, además agregó "Si alguno falla la prueba, se va; si su sustituto también falla, también se va", expresó.
Traslados de cabecillas y origen de los motines
La crisis en los centros de detención se agudizó luego del traslado de diez cabecillas de las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 al centro de máxima seguridad Renovación I, en Escuintla, el 30 de julio de este año.
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El operativo se realizó bajo estrictas medidas de seguridad y marcó el inicio de una serie de motines en distintas cárceles del país.
Ocho motines y 39 rehenes en un mes
Desde el traslado de los líderes pandilleros se registraron ocho motines durante agosto. En total, 39 personas fueron retenidas temporalmente por los internos, quienes exigían el retorno de sus líderes a los penales donde se encontraban antes.
El 12 de agosto ocurrieron disturbios simultáneos en el Preventivo de la zona 18 y en Fraijanes II. Luego, el 22 y 26 de agosto, se reportaron nuevos levantamientos en Pavoncito y El Boquerón, en Santa Rosa, donde los reos tomaron como rehenes a guardias penitenciarios.

Postura del presidente Arévalo
El presidente Bernardo Arévalo afirmó en su momento que los motines fueron una reacción a las acciones emprendidas por el Gobierno para recuperar el control del sistema penitenciario.
"El aislamiento de los cabecillas ha generado estas reacciones, pero las situaciones se han resuelto sin víctimas y sin ceder a presiones", señaló el mandatario en aquella ocasión.
Además, aseguró que el Gobierno no restablecerá los privilegios que algunos reclusos tenían anteriormente.
Por su parte, Jiménez reiteró que, pese a los motines y disturbios, ningún líder de pandillas será trasladado fuera del centro Renovación I. "El Estado no puede seguir cediendo ante la criminalidad", declaró.

Asimismo, agregó que los controles internos buscan prevenir enfrentamientos y limitar la capacidad de coordinación de las estructuras criminales desde prisión donde los reos sobornan o presionan bajo amenaza de muerte a personal del sistema penitenciario.
"No necesariamente se corrompen por el tema del dinero, también se corrompen porque los amenazan de muerte", Indicó.
No hay control total
Jiménez, admitió que la prisión de Renovación I aún no está completamente bajo control, a pesar del refuerzo de las medidas de seguridad implementadas luego de los disturbios registrados en distintos centros penitenciarios.
Además, en agosto de este año mencionó que los guardias ya no portan armas en ciertos sectores del penal para evitar situaciones como la del 12 de agosto, cuando custodios fueron retenidos en el Preventivo de la zona 18.

Asimismo, en un encuentro con diputados del Congreso, aseguró que las requisas han tenido resultados favorables, reflejados en la disminución de homicidios y en el decomiso de dinero ilícito dentro del penal.




