A pesar de estos acuerdos humanitarios, el alto al fuego sigue siendo inexistente.
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Este lunes 9 de junio Ucrania y Rusia iniciaron un nuevo intercambio de prisioneros de guerra, uno de los pocos logros concretos de las recientes negociaciones de paz, que siguen estancadas tras más de tres años de conflicto.
Este nuevo canje fue pactado en la segunda ronda de conversaciones directas entre ambos países, celebrada el 2 de junio en Estambul, Turquía. Aunque no se han revelado cifras por motivos de seguridad, se acordó liberar principalmente a soldados heridos, enfermos y menores de 25 años.
El Ministerio de Defensa ruso informó que un grupo de militares jóvenes fue repatriado desde Ucrania y, en reciprocidad, Kiev recibió a un número equivalente de soldados ucranianos. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó que el proceso se desarrollará en varias fases a lo largo de los próximos días.
Mientras tanto, el conflicto continúa intensificándose. Moscú ha lanzado ataques masivos con drones explosivos 479 en una sola noche, según la fuerza aérea ucraniana y ha ampliado su ofensiva a la región de Dnipropetrovsk.
Rusia mantiene exigencias como la cesión de territorios anexionados y que Ucrania renuncie a ingresar en la OTAN. Además, rechaza una tregua de 30 días solicitada por Kiev y sus aliados europeos, bajo el argumento de que solo beneficiaría a Ucrania para rearmarse.
Por su parte, Ucrania pide el retiro completo de las tropas rusas y garantías de seguridad por parte de Occidente, ya sea mediante despliegue militar o tratados de defensa.
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