“Esperé tanto por volver a verte”, le dijo, entre lágrimas, Liliane Sánchez a su papá, Felipe, quien con el asombro dibujado en el rostro y el mar Caribe como testigo, volvió a abrazar a la hija que despidió hace más de 15 años en una estación de bus en Puerto Barrios, cuando ella partió a Los Ángeles, California, en busca del “sueño americano”.
Millones de guatemaltecos anhelan, como Liliane, reencontrarse con sus familias pues la vida los ha llevado lejos de Guatemala. Pocos tienen la oportunidad de volver a casa porque su situación migratoria o económica se los impide.
Por segundo año consecutivo, Tigo, buscó a estos guatemaltecos y los ayudó a hacer realidad su sueño con la campaña "El Reencuentro", que cuenta la historia de tres guatemaltecos residentes en Estados Unidos que la empresa de telefonía logró reunir con sus familias. “Más que una campaña, se trata de acercar a la gente, a las familias”, dijo la gerente de mercadeo de Tigo, María Ximena Rodríguez.
Soy502 acompañó la filmación de uno de estos "reencuentros": el de la familia Sánchez. El recorrido inició a las cuatro de la mañana. El punto de reunión era el restaurante La Pesca, en el malecón de Puerto Barrios, a la orilla de la Bahía de Amatique.

Liliane Sánchez había salido un día antes de Los Ángeles, donde vive hace más de 15 años. No ocultó su emoción mientras los kilómetros se acortaban para llegar al lugar designado. Las manos le temblaban, la voz se le entrecortó y no dejó de suspirar mientras contaba historias de su pasado en tierras chapinas.
“Estoy muy emocionada y agradecida con Tigo por darme la oportunidad de reencontrarme con mi familia”, afirmó minutos antes de bajarse del auto y recorrer “los 50 metros más largos y emocionantes” hasta la mesa donde, sin saberlo, la esperaban su familia y su “viejito hermoso”.

Un grupo de producción instaló el día anterior la iluminación y escondió varias cámaras en el salón donde la familia almorzó. De pronto la actividad en el restaurante aumentó, aparecieron varias cámaras y la compatriota ingresó al recinto. “¡Papa, ya vine!”, gritó Liliane a unos 10 metros de la mesa. Al principio, no la reconocieron --las miradas se cruzaban, incrédulas-- hasta que se fundieron en un abrazo bañado de lágrimas.
Amor, en pantalla gigante
Además de la familia Sánchez, Tigo también se apoyó en la tecnología para acercar a otras dos familias. En estos casos, no fue posible patrocinar un viaje porque las personas elegidas no contaban con los documentos necesarios para salir de los Estados Unidos.
Pese a ello, la emoción de acercar a personas que se aman también fue intensa. Gracias a esta campaña, Gladys, una mujer de Santa Rosa que lleva seis años trabajando en Estados Unidos, pudo asistir a la graduación de su hija menor, Wendy. Al momento derecibir su diploma escolar, la jovencita pudo ver el rostro de su madre y escuchar su felicitación a través de una pantalla gigante instalada por Tigo. El acercamiento entre ambas hizo llorar al auditorio.
El tercer reencuentro fue otra video-llamada entre Sandra y su padre de 80 años.

Desde que Tigo seleccionó las historias a través de las redes sociales, un equipo de 14 personas trabajó arduamente durante 10 días en Estados Unidos y Guatemala para planear, documentar, filmar y editar los mágicos momentos de El Reencuentro, que en esta navidad la compañía de telecomunicaciones le dedica a todos los guatemaltecos que un día hicieron el enorme sacrificio de dejar su hogar, para ofrecerle a su familia un mejor futuro.




