Los dos candidatos favoritos a ganar la presidencia de Honduras se autoproclamaron vencedores de los comicios del pasado domingo, los cuales estuvieron marcados por una alta concurrencia y cuyos resultados oficiales preliminares, tildados de fraudulentos por un sector de la oposición, dan el triunfo al aspirante oficialista.
La actitud de los políticos contrastó con la del Tribunal Supremo Electoral, que al emitir su tercer boletín oficial en base al 54,47% de los escrutinios, que daba la ventaja a Hernández con el 34,25% de los votos, insistió en que esos resultados no significaban ni la proclamación de un vencedor ni el establecimiento de una tendencia.




