En este país de contrastes, un ambiente de feria y devoción rodean al delincuente que, durante meses, fue el más buscado por las autoridades guatemaltecas y por quien se llegó a ofrecer incluso una recompensa de 100 mil quetzales.
Se trata de Eduardo Villatoro Cano, conocido como "Guayo" Cano, a quien se le acusa por el asesinato de nueve policías en la Subestación de Salcajá, Quetzaltenango.
Guayo Cano se encuentra detenido en el Hospital de la Policía Nacional Civil, justo enfrente de la Iglesia de Santo Domingo, donde en octubre se celebra el mes de la Virgen del Rosario.
En medio de las ventas de comida, dulces típicos y artículos religiosos, un fuerte dispositivo de seguridad que incluye patrullas bloqueando el paso y guardias fuertemente armados, sorprende a los visitantes que extrañados observan hacia el otro lado de la calle, sin imaginar que allí permanece un criminal del calibre de Villatoro Cano.
Los contrastes que rodean al "Guayo" Cano
La Feria en honor a la Virgen del Rosario, que se celebra durante octubre, posee un matiz diferente debido a que el narcotraficante "Guayo" Cano se encuentra internado en el hospital de la Policía Nacional Civil, frente a la iglesia.
Mientras cientos de personas disfrutaban en familia de la Feria en honor a la Virgen del Rosario, los policías asignados a la seguridad de "Guayo" Cano se mantenían tensos.
La 12 avenida permanece cerrada pues justo allí se encuentra interno "Guayo" Cano, acusado del asesinato de nueve policías, en Salcajá, Quetzaltenango.
Los agentes de la Policía Nacional Civil vigilan el hospital donde el narcotraficante "Guayo" Cano se recupera tras los efectos que provocó una liposucción a la que estaba siendo sometido, cuando fue capturado en México.
Muchos de los visitantes que llegan a la Iglesia de Santo Domingo se preguntan el por qué de la evidente presencia policíal.
Varias patrullas rodean la iglesia de Santo Domingo y el hospital de la Policía, donde se encuentra Guayo Cano.
Ernesto, un vendedor ambulante, ofrece unas rosas a los visitantes frente a la entrada del hospital de la PNC, donde el narcotráficante "Guayo" Cano se recupera de una operación a la que era sometido cuando fue capturado en México.
Decenas de personas pasaban frente al hospital sin conocer el riesgo.
En esa calle, que se ha convertido en el límite entre el bien y el mal, entr la iglesia de Santo Domingo y el hospital donde se encuentra el narcotraficante Guayo Cano, Mario pide ayuda pues sufre de parálisis y no puede trabajar.
Contrastes y más contrastes. Las tensiones son para otros, estas dos jovenes vendedoras se maquillan mientras cuidan la venta de dulces tipicos.
Miles de personas visitan a la Virgen del Rosario en familia.
El bien y el mal, la alegría y el dolor, la condena y el perdón. Todo cabe en una misma calle. Es octubre, frente a la iglesia de Santo Domingo.




