Un año después de escucharse sentenciada a 12 años de cárcel, la narcotraficante guatemalteca Marllory Chacón comprobó que no hay almuerzo gratis. En marzo de 2016, a petición del Departamento de Justicia de EE. UU., se encontró en una corte de Washington, distrito de Columbia, declarando contra los hermanos guatemaltecos Eliú y Waldemar Lorenzana Cordón, acusados de narcotráfico. En 2012, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos describió a Chacón como “la más prolífica narcotraficante en Centroamérica” y “la más activa lavadora de dinero en Guatemala”. Este es el primer caso, que se conoce públicamente, en el que Chacón declaró contra otros guatemaltecos acusados de narcotráfico en el país norteamericano.
En la misma corte están los casos por narcotráfico contra la exvicepresidenta Roxana Baldetti y el exministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, desde el pasado 22 de febrero. Los expedientes de ambos no muestran aún que Chacón haya declarado contra ellos. Marllory supuestamente tenía una amistad añeja con Baldetti, algo que las dos niegan, y recibió protección de López Bonilla cuando este era ministro.

Antes de que Chacón testificara contra los Lorenzana, también lo hicieron otros narcotraficantes guatemaltecos extraditados a EE. UU.: Otto y Guillermo Herrera García (excarcelados en 2013 y 2003, respectivamente), y Byron Gilberto Linares Cordón, quien saldrá libre en julio próximo. Hace un año, sus testimonios y el de la mujer narcotraficante inclinaron al jurado a encontrar a los hermanos Lorenzana culpables de conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos.
El expediente 03-CR-00331-CKK indica que, entre el 14 y 15 de marzo de 2016, Chacón reveló que sirvió de intermediaria entre los Lorenzana y un cartel de Colombia que lideraba Yaneth del Carmen Vergara Hernández. La policía capturó a esta mujer en 2014 en su país y fue extraditada en 2015 a Florida, EE.UU. Según Marllory, Vergara envió desde Colombia cinco cargamentos de droga a Guatemala; el último, fue decomisado en Panamá. Cada carga contenía entre una y dos toneladas de cocaína, que los Lorenzana vendieron después en México. Chacón también intervino para enviar dinero de dicha familia guatemalteca a Panamá para pagar por la droga.

Por aparte, Otto Herrera reveló cómo los Lorenzana recibían los narcóticos por vía aérea y terrestre en sus fincas en Zacapa. Su declaración ya estaba en la corte en julio de 2014, cuando Chacón ya colaboraba con la justicia de los EE. UU. y dos meses antes de su entrega en Miami. Su hermano, Guillermo, también declaró en forma anticipada. En mayo de 2016, los Herrera volvieron a testificar “a fondo” en el juicio, según el fiscal Stephen Sola.
Chacón admitió que, cuando fue intermediara de los Lorenzana, ganó por lo menos 40 millones de dólares (unos 300 millones de quetzales) en comisiones. Marllory aseguró que invirtió una porción de ese dinero en la compra de otros cargamentos, y que perdió 5 millones de dólares (unos 37.5 millones de quetzales) a raíz del decomiso en Panamá. “Yo tenía nada, absolutamente nada”, aseguró, cuando le preguntaron a cuánto ascendía su fortuna cuando se entregó a las autoridades en Miami, Florida, en septiembre de 2014. No mencionó cómo consiguió 1 millón de dólares (unos 7.5 millones de quetzales) que pagó “voluntariamente” al Gobierno estadounidense como multa o reparación de daños, según lo registra su expediente en dicha ciudad. Tampoco hay datos disponibles de cuánto pagó Herrera; parte de su expediente está sellado al público.


Un año después de escuchar las revelaciones de Chacón y de los Herrera, la corte de la jueza Collen Kollar-Kotelly todavía no dicta una sentencia de cárcel contra los Lorenzana. La mujer testificante dijo que no recibió ninguna promesa de beneficios a cambio de declarar contra ellos, pero que esperaba que su colaboración redujera su sentencia. Confirmó que una corte de Florida la condenó a 12 años de cárcel (en un caso no vinculado con los Lorenzana), cuyo inicio se marca desde que se entregó a las autoridades en 2014. Su colaboración influyó en que no recibiera la sentencia máxima que la fiscalía buscaba: 26 años. El Buró Federal de Prisiones de los EE. UU. (BOP, por sus siglas en inglés) revela que Chacón podría salir en 2025, en once años, uno menos que la sentencia dictada.
Pero los registros del BOP también revelan que no tiene custodia de Eliú Lorenzana Cordón. Su hermano no aparece en el sistema. Ambos lo estaban hace un año. Al ser consultada al respecto, Linzey Donahue, oficial de prensa para el Departamento de Justicia de los EE. UU., dijo que los hermanos Lorenzana Cordón están en custodia del Servicio de Mariscales de los Estados Unidos. Eso significa que podrían estar desde en un hotel, o casa particular, hasta en una instalación de Gobierno. Donahue agregó que no podía dar más detalles por la seguridad de los prisioneros. Mientras tanto, su ubicación y el impacto que podrían tener las declaraciones de Chacón y Herrera en su sentencia todavía son un misterio.








