Los carros chinos están ganando popularidad en España y cada vez hay más transitando en las carreteras.
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Esto significa que también están llegando a los talleres para su reparación y podría representar un nuevo desafío para el país europeo.
Las marcas y especialistas del sector se están adaptando y mejorando para atender la demanda de estos vehículos. Esto no significa que los carros chinos sean menos fiables, sino que al haber más en circulación, es inevitable que algunos se vean involucrados en accidentes.

La presencia de carros chinos en los comunmente conocidos en Guatemala como deshuesaderos es un indicio de que estos vehículos se están integrando plenamente en el mercado español. Las marcas como BYD, MG y Omoda han tenido un año muy positivo en España, con miles de unidades matriculadas.
No obstante, los carros eléctricos chinos están llegando a los deshuesaderos y/o talleres de reparación, lo que supone un desafío para la industria por la falta de experiencia en mercados internacionales.
Además, la creación de algunas marcas pueden hacer que sea difícil encontrar repuestos y reciclar estos vehículos.

La disponibilidad de piezas para reparación es un desafío importante, porque algunas pueden tardar hasta tres semanas en llegar. Esto puede hacer que la reparación sea más costosa y menos viable.
A pesar de los inconvenientes, los fabricantes de carros chinos están avanzando rápidamente para adaptarse a las necesidades de los conductores europeos. Esto les permite aumentar su competitividad frente a las marcas tradicionales de Occidente.