Cinco comunidades del municipio de Santa Cruz la Laguna, Sololá, fueron intervenidas hace dos años, cuando los niveles de analfabetismo, desnutrición y pobreza eran palpables entre los 9 mil habitantes de esa cuenca. Actualmente, estos problemas no sólo han disminuido, sino que en la región existe ahora la esperanza de encontrar un camino hacia el desarrollo sostenible.
El proyecto inició el 13 de mayo de 2012 con el fin de mejorar la salud y nutrición de cinco poblados de Santa Cruz la Laguna, Sololá. Además, de llevar educación el objetivo era generar nuevos empresarios en el lugar.

El “Proyecto Tzununá”, fue creado, avalado y financiado por la Fundación Castillo Córdova, brazo social de la Cervecería Centroamericana, S. A., la cual destinó 30 millones de quetzales para mejorar la calidad de vida de los poblados de: Tzununá, Pajomel, Chuitzanchak, Laguna Seca y Jabalito.
El Proyecto Tzununá basa su estrategia de acción en cinco ejes. El más importante es Salud y Nutrición, pues la Fundación busca eliminar uno de los grandes flagelos de estas comunidades: la desnutrición crónica en niños menores de 6 años.

Desde hace dos años, todos los niños de estas comunidades reciben desayuno escolar, el cual es preparado voluntariamente por las madres de los niños de estas comunidades, quienes reciben capacitación para preparar alimentos más saludables.
Programas educativos bilingües de lectura y un intenso proyecto de alfabetización forman parte del segundo eje --Educación--, el cual busca la construcción de una comunidad preparada para la vida a través de capacitaciones constantes para fortalecer valores y la unidad familiar.

La Fundación estima que actualmente la tasa de analfabetismo se redujo un 15.4% durante los últimos dos años en las cinco comunidades que conforman la cuenca de Tzununá.
Un proverbio chino reza que si se le obsequia un pez a un hombre, se alimentará una vez, pero si se le enseña a pescar se alimentará toda la vida. Esto persigue la Fundación Castillo Córdova, al generar las condiciones adecuadas para la creación de nuevos negocios acompañados de capacitación.
Al cabo de dos años de trabajo, en las comunidades han surgido varias microempresas, la mayoría lideradas por mujeres: un restaurante comunitario, una panadería, así como talleres de corte y confección.

Actualmente, los habitantes de las cinco comunidades trabajan en la comercialización de productos agrícolas. Se capacitan para crear turismo comunitario, manufactura de artesanías, y se destaca la creación de seis invernaderos de tomates administrados por mujeres.
Otro de los logros que se destacan es la creación de empresas rurales y una asesoría de Comunidades de la Tierra. Ésta consiste en la elaboración de joyería, collares y pulseras que se integran a la firma Wakami, conocida por sus productos de exportación.
La Fundación Castillo Córdova apoya en las comunidades programas de sensibilización sobre la conservación del medio ambiente, a través de proyectos educativos que han generado jornadas de limpieza y siembra de café.

Bajo este eje se han reforestado 14 hectáreas con plantas forestales y frutales. Además, se han implementado programas de tratamiento de desechos sólidos y se han mejorado los sistemas de cultivo.
Muchos de los recursos empleados para mejorar la calidad de vida los habitantes de las cinco comunidades de la cuenca, se han destinado para la construcción y remodelación de escuelas, así como el empedrado de calzadas.

Actualmente se construye el nuevo Centro de Salud de Tzununá, cuya extensión será de 615 metros cuadrados, el cual brindará atención en emergencias, nutrición, ginecología, farmacia, laboratorios y salas de capacitaciones.
ADEMÁS: Fundación Castillo Córdova construye nuevo centro de salud en Sololá
Dos años más de camino
El camino hacia el desarrollo para estas cinco comunidades continuará durante dos años más, pues el financiamiento fue pensado para intervenir el área por cuatro años y en el tiempo transcurrido se han gestado cambios significativos para los habitantes de la cuenca.
Este no ha sido el único proyecto de la Fundación, que también trabaja para beneficiar escuelas en Sololá, Santa Rosa, Zacapa, Chiquimula y Escuintla, donde se sirvieron más de 72 mil raciones de alimento en 2014.




