La innovación es uno de los elementos más importantes al momento de iniciar un emprendimiento, pero no es el único. Sin la pasión por la idea, el producto y/o servicio, todo resulta inútil.
Hace algunas semanas estaba por entrar a una reunión en México cuando, atormentado por el tráfico y el hambre, me acerqué rápidamente a una pequeña estación de tacos frente al edificio en el cual tenía mi compromiso.
Sí, muchos factores se conjuntaron para que ese día mi desayuno fuera una mezcla de partes de la vaca que simplemente no puedo recordar. La plaza como una de las tan famosas 4 Ps del marketing fue clave para captar la compra, pero sin duda la razón por la que volvería a ir a dicho lugar no sería precisamente porque la comida fuera la mejor del mundo. Fue la pasión con la que el taquero afrontaba su día.
Entre un lenguaje sumamente coloquial, una atención especial a cada cliente que se acercaba con él y la forma con la que convertía cada situación de sus comensales en una broma, el taquero aplicaba las más innovadoras técnicas de marketing experiencial, claro sin saberlo. Y es que no se trata de ir durante cinco años a una universidad para una licenciatura y a cuanta maestría se pueda, todo es cuestión de actitud.
La pasión es un elemento clave tanto en emprendimientos como en los guerreros que se encargarán de ejecutar tu estrategia. Atesora a cada persona que puede comprender de qué se trata tu producto o servicio, lo hace suyo mediante su interpretación de la necesidad que satisface y se encarga apasionadamente de hacer que tus clientes potenciales perciban que no podrán vivir un segundo más sin lo que estás ofreciendo.
Escuchamos en diferentes fuentes que las contrataciones hoy por hoy se basan en cómo las actitudes son mucho más importantes de las aptitudes y en gran dimensión esto es una gran verdad. Existe mucha gente saliendo de diferentes universidades pensando que el cartón que están recibiendo de su casa de estudios es lo suficientemente importante como para no tener que empezar a forjar su futuro con el esfuerzo y sacrificio que conlleva el inicio de una vida laboral.
Un emprendimiento depende de muchísimos factores, pero si en esos momentos donde la vida te pondrá pruebas, tu mercado evolucione o simplemente tus condiciones propias cambien, sin encontrarte apasionado por lo que vendes y representas pasarás a ser parte de la estadística, que en Estados Unidos dimensiona al 71% de todas las empresas que no operan más de diez años desde su fundación según datos de Statistic Brain.





